La vivienda resiliente: una construcción entre el territorio, la cultura y la organización de las comunidades afrodescendientes del Urabá
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Doris Marsella Garcia Prieto
Social Component Leader
Al noroccidente colombiano entre los departamentos de Antioquia y Chocó se ubica la región de Urabá, caracterizada por la convergencia de múltiples intereses y formas de habitar el territorio. Desde la presencia ancestral de comunidades indígenas y negras, el asentamiento de grupos mestizos y más recientemente, la presencia de grupos armados en el marco del conflicto. Históricamente, todos estos factores han condicionado las posibilidades de desarrollo de las comunidades y han perpetuado la pobreza y la violencia en niveles muy altos en comparación con otras regiones del país, tanto así que todos los municipios de la región fueron clasificados dentro de los más afectados por el conflicto armado en el marco del acuerdo de paz de 2016. Allí, el 32% de la población urbana y el 65% de la población rural habitan en viviendas inadecuadas. Adicionalmente, es una región muy vulnerable al cambio climático. Los periodos de sequía y lluvias se han vuelto más intensos e impredecibles, así como fuertes vendavales, que afectan las viviendas y amenazan la supervivencia de las comunidades en sus territorios.
En estos contextos adversos, la organización social alrededor de la vivienda se ha convertido en una herramienta que ha permitido a los pobladores de esta zona del país construir paz y garantizar su permanencia en el territorio, conservando sus prácticas culturales que que van desde las las formas de construir vivienda, su alimentación, la medicina y la relación con el río y el mar.
Gustavo Hinestroza, poblador del corregimiento de Nueva Colonia del distrito de Turbo en Antioquia, llegó a Urabá en 1979 a un caserío que hacía parte de la empresa en la cual trabajaba su papá, junto con su mamá y 6 hermanos más. En 1981, él y su familia, formaron parte de una de las primeras “invasiones” de Nueva Colonia y fue la manera como en ese momento lograron garantizar su acceso a una vivienda. Desde los 12 años trabajó la carpintería y aprendió las primeras actividades para la construcción de una vivienda y a los 20 años, cuando fue padre por primera vez, decidió dedicarse a este oficio dirigido, principalmente, a la construcción de viviendas en el corregimiento de Nueva Colonia y otros municipios aledaños para sostener ahora a su propia familia.
“En el 2016 me invitaron, por primera vez, a hacer parte de una fundación afro donde me eligieron como tesorero; en el 2019, por medio de un proyecto del PNUD, participamos en la adecuación locativa de una caseta comunal y fui el coordinador de ese proyecto. Gané mucha experiencia y en el 2022 empezamos, con otros compañeros y compañeras, un nuevo proyecto del que hoy hago parte y fue la construcción de nuestra propia organización: Corporación para el Desarrollo Étnico de Nueva Colonia CORPADETN de la cual soy el representante legal”.
Gustavo cuenta cómo, desde CORPADETN, han trabajado con mucha disciplina para acceder a espacios de participación que les permitan tener un mayor impacto en la gestión comunitaria del hábitat y la vivienda, dos elementos que hacen parte del objeto de la organización. Pero también menciona, con mucho entusiasmo, cómo al expandirse hacia la integración con otras organizaciones en una especie de red comunitaria, han logrado la participación en espacios locales y regionales para compartir experiencias con otras y otros pobladores de la región. Allí resalta el liderazgo de Carmen Cartagena, líder comunitaria que trabaja junto a Build Change en el territorio, y cómo, a través de ella, él y su organización conocieron y accedieron a las convocatorias del programa Cambia Mi Casa liderado por el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio – MVCT.
Cuando le preguntamos a Carmen sobre su trayectoria en el sector de la vivienda, habló sobre los procesos comunitarios de Antioquia. Y es que eso define a Carmen: la comunidad. Desde 1999, ella, junto con otros compañeros y compañeras empezaron a trabajar, desde la Organización Popular de Vivienda – OPV Forjadores en Apartadó, que luego se expandió a nivel departamental a través de encuentros con otras organizaciones, para compartir experiencias y conocimiento, teniendo en cuenta siempre el propósito y la necesidad de fortalecer los procesos asociativos y comunitarios alrededor de la autogestión de vivienda. Viajaron a Bogotá y al Caribe, donde estaban en auge las OPVs para investigar y conocer más sobre su funcionamiento. En el año 2000, Forjadores lideró el proyecto de autogestión de Villa del Carmen en el barrio Belén Rincón de la ciudad de Medellín, donde por medio de la autogestión construyeron 112 viviendas para mujeres cabeza de hogar. El liderazgo de Carmen fue fundamental para mantener organizada a la comunidad y gestionar la participación de otros actores públicos y privados, lo que les permitió acceder a financiación y asistencia técnica.
Carmen continúa trabajando con un objetivo: transformar la política pública nacional para que esta reconozca no sólo las realidades territoriales en torno a la producción social del hábitat y la vivienda, sino a las organizaciones y a las mujeres líderes como actores legítimos capaces de liderar procesos de asistencia técnica regionalizada en torno a la construcción y el mejoramiento de vivienda.
Carmen es hoy consultora de Build Change para el proyecto financiado con recursos de la organización Echoing Green, que tiene como objetivo brindar asistencia técnica a 5 organizaciones comunitarias de Urabá, para promover el enfoque de vivienda resiliente y la integración de la justicia racial en los programas de mejoramiento de vivienda que implementa el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio. Para esto el proyecto, integra las prácticas sociales y culturales de las comunidades afrocolombianas del Uraba sobre la vivienda, la sostenibilidad y la resiliencia en el Urabá antioqueño, en donde los territorios están expuestos constantemente a los impactos negativos de fenómenos asociados al cambio climático, como olas de calor, sequías, fuertes lluvias, vendavales e inundaciones.
Con este propósito, Build Change desarrolla ejercicios de asistencia técnica a las organizaciones para la evaluación, diseño y ejecución de 5 demostraciones de mejoramientos de vivienda con enfoque de justicia racial y de resiliencia. A través de talleres, visitas y discusiones, las comunidades reflexionan, junto al equipo de Build Change, sobre los impactos del cambio climático y la manera en que pueden hacer sus viviendas más resilientes para enfrentarlos, fortaleciendo de manera incremental la capacidad de las comunidades para adaptarse y enfrentar los crecientes desafíos climáticos. De igual forma, con la ejecución de las obras de demostración, se combinan conocimientos técnicos con prácticas de construcción local, como la utilización de la madera, material tradicional de la zona que se resiste a ser reemplazado por los bloques de concreto, por ser más fresco y asequible para todos.
La participación de las organizaciones comunitarias como ejecutoras y administradoras de los recursos, junto con el componente de asistencia técnica brindado por el equipo de Build Change busca, en primer lugar, profundizar en el fortalecimiento de capacidades de las organizaciones afrocolombianas que trabajan para mejorar las condiciones de vivienda de sus comunidades, de cara a su participación efectiva en la implementación de la política pública nacional. En segundo lugar, y de la mano con el MVCT, el proyecto busca impulsar la transformación de la política pública de vivienda y hábitat para, como menciona Gustavo y Carmen, lograr que se reconozcan las prácticas culturales y sociales de las comunidades alrededor de la vivienda, y ampliar el acceso a programas de mejoramiento integrales que permitan articular los saberes y las costumbres locales con la necesidad de adaptar las viviendas y las comunidades al cambio climático.
Homeowner Driven Approach: The Key To Resilient Housing In Communities
In the northwestern region of Colombia, between the departments of Antioquia and Chocó, lies the region of Urabá. The ancestral presence of Indigenous and Black communities, the settlement of mestizo groups, and more recently, the presence of armed groups as part of the historical conflict Colombia has been through for more than 50 years, have all shaped the region’s development. They have perpetuated high levels of poverty and violence compared to other regions in the country, to the extent that all municipalities in the region have been classified among the hardest-hit by armed conflict under the 2016 peace agreement, signed between the Colombian Government and FARC. In this area, 32% of the urban population and 65% of the rural population live in inadequate housing. Additionally, the region is highly vulnerable to climate change. Periods of drought and rainfall have become more intense and unpredictable, along with strong gales that affect homes and threaten the survival of entire communities.
Social organization around housing has become a tool to enable people in Urabá to build peace and stability, while preserving cultural practices ranging from how they construct homes, to their food, medicine, and relationship with the river and the sea.
Gustavo Hinestroza, a resident of the Nueva Colonia district in Turbo, Antioquia, arrived in Urabá in 1979 along with his mother and six siblings. In 1981, Gustavo and his family were part of one of the first “settlements” of Nueva Colonia. At the age of 12, Gustavo began working as a carpenter, learning the basics of house construction. By the age of 20, when he became a father, he decided to dedicate himself fully to this, building homes in Nueva Colonia and surrounding municipalities to support his own family.
“In 2016, I was invited to join an Afro-Colombian foundation, where I was elected treasurer. In 2019, through a UNDP project, we participated in the improvement of a community hall, where I was the project coordinator. I gained a lot of experience, and in 2022, we started a new project with other colleagues: the establishment of our own organization, the Corporación para el Desarrollo Étnico de Nueva Colonia (CORPADETN), of which I am the legal representative.”
Gustavo explains how CORPADETN has worked diligently to access spaces for participation that allow them to advance community management of housing and habitat, two key components of the organization’s mission. They have expanded into a network of other community organizations, enabling them to participate in local and regional spaces to share experiences with other residents of the region.
Gustavo highlights the leadership of Carmen Cartagena, a community leader who works with Build Change in the area. It was and through Carmen that Gustavo and his organization learned about and gained access to the “Cambia Mi Casa” program, led by the Ministry of Housing, City, and Territory (MVCT).
Carmen says that community processes in Antioquia have always defined her work. Since 1999, she and her colleagues have worked through the Organización Popular de Vivienda (OPV) Forjadores in Apartadó, which aims to strengthen associative and community processes around self-managed housing. They traveled to Bogotá and the Caribbeanlearn how other OPVs were thriving. In 2000, Forjadores led the self-managed Villa del Carmen project in the Belén Rincón neighborhood of Medellín, where they built 112 homes for female heads of household. Carmen’s leadership was essential to keeping the community organized and securing the participation of public and private actors, allowing them to access financing and technical assistance.
Carmen continues to work toward one goal: transforming national public policy. She wants to make sure that it respects territorial realities around the social production of housing and habitat, and recognizes that community organizations and women leaders are legitimate actors capable of leading regionally tailored technical assistance processes for housing construction and improvement.
Carmen is now a consultant for Build Change on a project funded by Echoing Green, which aims to provide technical assistance to five community organizations in Urabá to promote resilient housing and integrate racial justice into the housing improvement programs implemented by the MVCT. This project integrates the social and cultural practices of Afro-Colombian communities in Urabá – a region constantly exposed to the negative impacts of climate change, such as heat waves, droughts, heavy rains, gales, and floods – into national policies and local practices for housing, sustainability, and resilience.
To achieve this, Build Change is conducting technical assistance exercises for organizations to evaluate, design, and implement five demonstration housing improvements focused on racial justice and resilience. Through workshops, visits, and discussions with the Build Change team, community members reflect on the impacts of climate change and brainstorm new ways to make their homes more resilient to these challenges. Over time, these efforts will strengthen the capacity of communities to adapt and face the increasing challenges posed by climate change. Additionally, through the implementation of the demonstration works, technical knowledge is combined with local construction practices, such as the use of wood, a traditional material in the area that resists being replaced by concrete blocks due to its affordability and cooling properties.
The participation of community organizations as executors and administrators of resources, alongside the technical assistance provided by the Build Change team, primarily seeks to deepen the capacity-building of Afro-Colombian organizations working to improve housing conditions in their communities, with a view to their effective participation in the implementation of national public policy.
Secondly, and in partnership with the MVCT, the project aims to drive the transformation of housing and habitat public policy. As Gustavo and Carmen mention, the goal is to ensure that the cultural and social practices of these communities surrounding housing are recognized and to expand access to comprehensive improvement programs that allow the integration of local knowledge and customs with the need to adapt homes and communities to climate change.
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